"Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios...."Génesis 5: 24.
En los cementerios se acostumbra poner en las lápidas frases para recordar a las personas fallecidas, y en breves palabras se describe o se hace un resumen de su vida. En el caso de Enoc, no hay una tumba, ni una lápida para describir su vida; pero si la biblia nos describe su relación con Dios: -Caminó Enoc con Dios-, ¡que frase más completa para describir a un siervo de Dios!. Esa palabra nos enseña que la prioridad de Enoc fue andar en esta vida con su Dios, Jehová. Cultivar una amistad sincera, y fiel con Él. Estar en las buenas como en las malas, compartir su hogar, sus bienes y sus amistades con Dios. Para Enoc, Dios era un compañero de viaje y de aventuras, un amigo en quién confiar, con quién platicar, y a quién contarle de sus problemas y de sus inquietudes. Enoc sabía que Dios estaba siempre a su lado, cuanta confianza le daba esto, él se sentía protegido en todo momento, y por eso es que él disfrutaba su vida acá en la tierra.........
Como creyentes en Cristo Jesús, nosotros también debemos de anhelar que se nos recuerde como amigos de Dios. Y esto comienza por permitir que Él gobierne nuestra vida, por ser dóciles a sus palabras; por obedecer sus mandamientos, y acatar su santa voluntad. Dios nos acompañará en todo tiempo, si le respetamos y le obedecemos. Cristo cuando comisionó a sus discípulos, les hizo una promesa que tiene vigencia para nosotros hoy en día: El les dijo: "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí yo estoy con todos vosotros todos los días hasta el fin del mundo....." Mateo 28: 16-20.
Esta es la promesa de Cristo que nos debe de animar a luchar día a día contra el pecado, pues no estamos solos, Cristo nos acompaña siempre.....
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