"Por la mañana, volviéndo a la ciudad tuvo hambre. Y viéndo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: nunca jamás nazca de tí fruto. Y luego se secó la higuera..........." Mateo 21: 18-19.
En el libro de Marcos, se nos aclara que cuando Jesús llegó a la higuera para buscar frutos, no era tiempo de higos. Esto nos hace pensar en algunas cosas:
1. La higuera era silvestre.
Es decir, no estaba en un campo labrado, no tenía cuidos propios de un cultivo (abono, apoda, placeado, control de plagas y enfermedades etc) era una higuera que había nacido junto al camino, posiblemente por alguna semilla lanzada por algún peregrino, el sólo hecho de nacer en esas condiciones ya era bastante para esa planta.
2. No era tiempo de higos.
Según el clima de esa zona, las higueras producen higos en 10 meses del año, y renuevan sus hojas y se preparan en los dos meses restantes, Jesús llegó exactamente en esos dos meses, en tiempo que no era de higos.-
3. Sus frutos podían ser cortados por cualquiera que pasara por el camino.
Aún cuando hubiese sido tiempo de higos, esta planta estaba a la orilla del camino haciéndo que cualquiera cortara los frutos y dejarla sin ninguno.
Entonces, porqué Jesús fué tan drástico con ella?
Jesús quiso dar una enseñanza ....................
Es sensato pensar que si una higuera no sembrada, no cuidada, en época de no cosecha, al pedirle frutos y no tenerlos, Jesús la maldijo provocándo que se secara. Ahora, cómo reaccionará Jesús con nosotros, si somos aconsejados todo el tiempo por su palabra, si tenemos su vida que nos inspiran a seguirle, si tenemos la ayuda del Espíritu Santo, si contamos con muchos ejemplos del pasado de cómo los creyentes fueron recompensados por su fe a Dios y su entrega....
qué más podemos pedirle para que cuando busque fruto en nosotros lo halle?
cuando nos llame en el día final, se regocijará de nuestros frutos? o nos mandará a secarnos como la higuera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario