"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los "otros" que no tienen esperanza......" 1a de Tesalonicenses 4:13.
Si mientras estemos en este mundo, hemos de padecer muchas situaciones que nos pueden causar dolor, tristeza, pesar etc. ¿qué diferencia tenemos con las demás personas, que no obedecen a Dios, ni le respetan, ni le temen y ni siquiera quieren saber de Él?
La respuesta la da el versículo antes mencionado: si bien es cierto que en este mundo hemos de padecer violencia, maltrato, desprecio, odio etc. También es cierto que hay algo que nosotros como creyentes tenemos, que no lo tienen las demás personas: ESPERANZA, que no es más que la virtud de confiar en las promesas de Dios, de saber que todo esto que sufrimos y padecemos, no será para siempre, tal como lo enseñan las sagradas escrituras: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron ...." Apocalipsis 21: 4. Jesús lo ilustró con la figura de una mujer que da a luz a su hijo, que cuando lo tiene en sus brazos, la alegría de tenerlo, es más fuerte que cualquier dolor sufrido durante el parto. Nosotros estaremos con Él por la eternidad, nuestro peregrinaje por el mundo es pasajero, y aunque a veces, duela andarlo, al final llegar a los brazos de Dios para vivir con Él, será lo más maravilloso que nos pueda pasar en la vida. los discípulos lo entendieron, por eso la muerte para ellos no era una tragedia, como a veces lo es para nosotros; su convicción en las promesas de Dios, los hacían estar preparados, y esto les daba paz y tranquilidad en sus conciencias, Pablo hablando de su muerte decía: "Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida, está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe; por lo demás, me está guarda la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida...." 2a. de Timoteo 4: 6-8.
Pablo tubo oraciones no contestadas como el quería, Timoteo tenía enfermedades, en su cuerpo, a tal grado que Pablo le recomienda tomar vino es vez de agua, ¡y esto le pasaba a un joven de muy poca edad¡ pero al ver sus acciones y fe, nos dan el mejor ejemplo de mantener la esperanza en las promesas de Dios pese al sufrimiento y a las adversidades en esta vida.-
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