"Por tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mateo 6: 25-34
En este tiempo tan agitado, tan convulsionado y acelerado en que vivimos, nos cuesta tanto relajarnos un poco y descansar. Somos victimas de enfermedades como el strés, la fatiga, la ansiedad, la depresión etc. Parece ser que darse un descanso en la vida hoy en día es un lujo, nos agobian las deudas, los negocios, la preparación académica, el dinero etc. Pero todo esto no es mas que vanidad y aflicción de espíritu, Eclesiastés 2: 1-26. Jesús tiene varios consejos para nosotros:
1. No os afanéis por vuestra vida.
Porque la vida que tenemos vale mucho más que cualquier cosa material que haya en este mundo, ni todo el dinero del mundo podrá suplir la grandeza de la vida que Dios nos a regalado.
2. Dios conoce nuestras necesidades y Él las llena.
Si Dios tiene cuidado de las aves de los cielos y de las flores del campo, cómo no tendrá cuidado de sus hijos, a quienes los ama tanto que hasta dió a sus Hijo unigénito para salvarlos.
3. No podemos evitar ciertas cosas en la vida.
Nadie por más que se afane puede añadir a su estatura un codo, es decir, hay cosas que están fuera de nuestro control, una enfermedad incurable, una muerte en la familia, un accidente etc
Muchos sufren porque se culpan de cosas que se dieron en algún momento de sus vidas y dicen: si hubiera sabido que esto pasaría, no habría actuado de esa manera...pero podemos retroceder en el tiempo? hay que ser sabios como el hijo pródigo, él se dió cuenta de lo equivocado que estaba y decidió cambiar, esa es una buena actitud.4. Buscad primeramente el reino de Dios y todo lo demás será añadido.
El cristiano sabe que lo primordial y lo mejor es buscar el reino de Dios y su justicia y que haciéndo esto viene la promesa de Dios, que lo demás: (vestuario, comida) vienen por añadidura. Cuando nosotros nos afanamos invirtiéndo nuestro tiempo y nuestra vida en hacer fortuna y añadir comodidades a nuestra familia, descuidándo el aspecto espiritual, demostramos que NO CONFIAMOS EN LAS PROMESAS DE DIOS, y lo qque nos espera es que todo se derrumbe cual castillo de arena.-
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