"Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación...Lucas 16:15.
La palabra fariseísmo describe a una actitud religiosa de las personas que pretendiendo ser lo que no son, engañan a los demás; mostrándose limpios, y entregados a la causa de Dios; pero cuyo corazón en realidad es malo. En la época del ministerio de Jesús, Él se cruzó en la vida de los Fariseos; y fueron muchas las ocasiones en las que sus pensamientos disentían con los pensamientos de los fariseos; era como estar viendo la vida con lentes diferentes. Jesús fue sencillo, fue claro y honesto; Él nunca mintió, ni falseo la realidad. Fue veraz en su palabra y en su conducta, recto, intachable y sobre todo amoroso. Los fariseos en cambio eran todo lo contrario, hacían todo para ser vistos por los hombres, utilizaban la religión como fuente de ganancia, buscaban aprobación humana, y tener un buen nombre...cuán engañados estaban, pues la aprobación humana funciona sólo para los hombres; no para Dios. Hoy en día nosotros tenemos que ser transparentes delante de Dios y los hombres; no podemos tratar de aparentar algo que no somos, pues entonces seríamos igual que los fariseos. Si somos débiles, si tenemos dudas, si nos falta fe, si nos falta crecer en amor y espiritualidad, eso deben de ver los demás en nosotros...recordemos que nadie es llamado a la
iglesia por ser perfecto, sino por ser todo lo contrario: pecador y necesitado del perdón de Dios. No temamos que los demás se den cuenta cuando fallamos, o cuando tomamos malas decisiones, o cuando nuestra vida necesita de apoyo de los demás...en las páginas de la biblia se nos enseña a ser solidarios con los demás, a llevar unos a otros nuestras cargas, compartiendo nuestro compañerismo como soldados de Dios...recordemos que en una guerra siempre hay heridos, y nunca se les ve de menos por ello, al contrario a muchos se les premia, pues aún heridos han seguido en la batalla, luchando con mucha decisión de vencer...Pablo decía: "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo...Gálatas 6:2.
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