"Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del
cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, la cual juró a
tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás esta
celebración en este mes. Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para Jehová. Por los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado, ni levadura, en todo tu territorio. Y lo contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto.Y te será como una señal sobre tu mano, y como un memorial delante de
tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano
fuerte te sacó Jehová de Egipto....." Exodo 13:5-9.
Nuestros hijos deben de oir de nuestra fe en el Creador... |
Vivimos en un mundo muy agitado; y decimos que el tiempo no alcanza, talvés sea por eso que muy poco platicamos con nuestros hijos. No es de extrañar que ellos se sientan solos e incomprendidos. Hace miles de años Dios estableció un principio para el pueblo de Israel: conmemorar la salida de ellos de Egipto, a través de comer los panes sin levadura y luego contarle a sus hijos el porqué de tal celebración. No bastaba con conmemorar ese acontecimiento, sino que era necesario incluir a los hijos enseñándoles la bondad de Dios para con ellos al haberlos sacado de la esclavitud de Egipto. Todo esto era necesario porque los seres humanos tenemos la tendencia de olvidarlo todo. Los hijos que nacieron en Canaán después de la conquista de esa tierra que fluía leche y miel, cuando ya todos disfrutaban de la bendición de cosechar, y recoger los frutos de la tierra y los animales de pastoreo, ellos tenían el peligro de olvidar de donde los había sacado Dios; de las condiciones de esclavitud que habían padecido; de las calamidades que les habían acompañado etc. Su gratitud para con Dios dependía de lo que ellos oyeran de sus padres; y de las historias contadas por sus familiares cercanos.
Algo similar pasa hoy en día, ahí está el principio bíblico de enseñarle a nuestros hijos lo que Dios hizo, lo que Dios hace, y lo que Dios ha prometido hacer en nuestra vida. Cómo nos ha acompañado Dios a todo lo largo de nuestra vida en nuestro peregrinar, de dónde nos ha sacado, y lo que ha hecho por nosotros. No siempre tuvimos una vida muy próspera, estable, armoniosa y feliz. Hemos tenido que bregar por la vida, a veces equivocandonos, a veces fallando, a veces hiriendo a los demás; pero de todas las circunstancias negativas nos ha sacado Dios. Nuestros hijos deben de saber que su vida es producto de la bondad de Dios; sus logros, sus éxitos, su buen estilo de vida. Porque Dios los ha acompañado fortaleciéndolos cuando hay tempestades en su techo; los ha sacado del peligro cuando éste acecha en las escuelas, en los vecindarios, y en los trabajos. Siempre han tenido el consejo de la palabra de Dios a tiempo. Muchas decisiones que han tomado, y que les ha salvado la vida, y no los ha dejado caer en el fango del pecado, se debe a que siempre han tenido una palabra guía en su vida, y esta palabra es la biblia....
Como padres responsables que somos, debemos de mantener nuestro hogar nutrido con las palabras de ese maravilloso libro; debemos contarles a nuestros hijos la importancia de recibir el consejo de Dios a tiempo, antes que vengan los días malos, y lleguen los años en los cuales ya no tendrán contentamiento....
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