"En aquel día hubo gran persecusión contra la iglesia que estaba en Jerusalen; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, he hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes ANUNCIANDO EL EVANGELIO....." Hechos 8: 1-4.
Se dice que crisis son situaciones difíciles, largas y duras que nosotros debemos afrontar; y esto lo podemos tener en todos los ámbitos: en lo económico, en lo político, en lo social, en lo familiar, en lo espiritual etc. Las relaciones humanas de por sí, son conflictivas; pues responden a la degradación del hombre debido al pecado. ¿Cómo respondemos nosotros a las crisis que nos visitan en nuestra vida?¿cómo tratamos de solucionar los conflictos que tenemos con las demás personas? La iglesia no queda exenta de tales problemas; pues en la iglesia vivimos como una comunidad, y como tal tenemos problemas que solucionar: por ejemplo las diferencias de carácter, la presión de los conceptos evángelicos que quieren ingresar a la iglesia, los sentimientos de superioridad de algunos hermanos que menosprecian a otros que no son como ellos, el liderazgo, el trabajo de benevolencia, las murmuraciones etc.
La madurez al creyente le permite vivir y salir adelante en momentos de crisis, la iglesia del primer siglo es un buen ejemplo de ello; la iglesia primitiva tenía muchos problemas que afrontar; pero la guianza del Espíritu Santo le permitía solucionar los problemas y sacar provecho de tales circunstancias; ellos tenían problemas de organización frente a los casos de benevolencia; y se organizaron para que sus necesitados no fueran descuidados; también tenían problemas doctrinales y se reunieron en el concilio de Jerusalen para llegar a acuerdos, guiados por Dios ellos resolvian sus problemas con mucha audacia y determinación. Frente a los problemas que nos afectan como individuos y como iglesia, ¿cómo respondemos? nos desanimamos y nos ahogamos o vemos retos y oportunidades para salir adelante? Los hermanos del primer siglo fueron perseguidos por su religión, por sus creencias espirituales, por su fe en Dios; y sin embargo, cuando iban siendo perseguidos, ellos aprovechaban para predicar el evangelio.....no se dejaron intimidar, no abandonaron a Cristo, no se ocultaron, no entraron en depresión ni desfallecieron en su espíritu.....sólo siguieron adelante..........ellos vieron oportunidades en medio de las crisis............
Se dice que crisis son situaciones difíciles, largas y duras que nosotros debemos afrontar; y esto lo podemos tener en todos los ámbitos: en lo económico, en lo político, en lo social, en lo familiar, en lo espiritual etc. Las relaciones humanas de por sí, son conflictivas; pues responden a la degradación del hombre debido al pecado. ¿Cómo respondemos nosotros a las crisis que nos visitan en nuestra vida?¿cómo tratamos de solucionar los conflictos que tenemos con las demás personas? La iglesia no queda exenta de tales problemas; pues en la iglesia vivimos como una comunidad, y como tal tenemos problemas que solucionar: por ejemplo las diferencias de carácter, la presión de los conceptos evángelicos que quieren ingresar a la iglesia, los sentimientos de superioridad de algunos hermanos que menosprecian a otros que no son como ellos, el liderazgo, el trabajo de benevolencia, las murmuraciones etc.
La madurez al creyente le permite vivir y salir adelante en momentos de crisis, la iglesia del primer siglo es un buen ejemplo de ello; la iglesia primitiva tenía muchos problemas que afrontar; pero la guianza del Espíritu Santo le permitía solucionar los problemas y sacar provecho de tales circunstancias; ellos tenían problemas de organización frente a los casos de benevolencia; y se organizaron para que sus necesitados no fueran descuidados; también tenían problemas doctrinales y se reunieron en el concilio de Jerusalen para llegar a acuerdos, guiados por Dios ellos resolvian sus problemas con mucha audacia y determinación. Frente a los problemas que nos afectan como individuos y como iglesia, ¿cómo respondemos? nos desanimamos y nos ahogamos o vemos retos y oportunidades para salir adelante? Los hermanos del primer siglo fueron perseguidos por su religión, por sus creencias espirituales, por su fe en Dios; y sin embargo, cuando iban siendo perseguidos, ellos aprovechaban para predicar el evangelio.....no se dejaron intimidar, no abandonaron a Cristo, no se ocultaron, no entraron en depresión ni desfallecieron en su espíritu.....sólo siguieron adelante..........ellos vieron oportunidades en medio de las crisis............
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