"Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado...." Romanos 5: 3-5.
Las tribulaciones nos llegan cuando menos las esperamos; son aquellas dificultades no invitadas, no deseadas, y que trastornan nuestra vida hasta los cimientos. Comúnmente no esperamos que las tribulaciones lleguen, a veces se presentan en forma de tragedias como muertes de seres queridos, desempleo, enfermedades, pobreza, conflictos familiares, problemas económicos, etc. Sin embargo, la biblia nos llena de optimismo cuando nos dice que las tribulaciones para los creyentes al final producen esperanza. Porque se da esto? es muy sencillo, cuando estamos pasando por momentos críticos, aprendemos a soportar y a llevar las cargas, amparados bajo la protección de Dios; descargamos toda nuestra ansiedad en Él, y permitimos que Dios nos enseñe el camino correcto a seguir. Dios siempre nos muestra el camino, Él siempre nos da soluciones a todos los problemas que nos pasan en la vida. 1a de Corintios 10:13. Así que cuando soportamos el vendaval de las tribulaciones y confiamos plenamente en Dios, entonces triunfamos porque aprendemos a depender de Dios, y no de nosotros mismos. Adquirimos paciencia, sabiendo que Dios nos conducirá a una salida que en definitiva será de bien para nosotros; esperar en Dios es pues la clave de nuestro éxito. Cuando Jesús comisionó a sus discípulos Él les prometió que siempre iba a estar con ellos hasta el fin del mundo; es esta misma promesa que Jesús nos hace a nosotros, de acompañarnos siempre en las buenas, como en las malas.... Un día toda esta tristeza ocasionada por los problemas, todas esas lágrimas derramadas, todo ese pesar en el corazón, no será más que un triste recuerdo del pasado; pues la biblia enseña que Dios personalmente enjugará toda lágrima de nuestros ojos, y ya no habrá más llanto, ni dolor porque las primeras cosas habrán pasado......Apocalipsis 21: 4-5.
Las tribulaciones nos llegan cuando menos las esperamos; son aquellas dificultades no invitadas, no deseadas, y que trastornan nuestra vida hasta los cimientos. Comúnmente no esperamos que las tribulaciones lleguen, a veces se presentan en forma de tragedias como muertes de seres queridos, desempleo, enfermedades, pobreza, conflictos familiares, problemas económicos, etc. Sin embargo, la biblia nos llena de optimismo cuando nos dice que las tribulaciones para los creyentes al final producen esperanza. Porque se da esto? es muy sencillo, cuando estamos pasando por momentos críticos, aprendemos a soportar y a llevar las cargas, amparados bajo la protección de Dios; descargamos toda nuestra ansiedad en Él, y permitimos que Dios nos enseñe el camino correcto a seguir. Dios siempre nos muestra el camino, Él siempre nos da soluciones a todos los problemas que nos pasan en la vida. 1a de Corintios 10:13. Así que cuando soportamos el vendaval de las tribulaciones y confiamos plenamente en Dios, entonces triunfamos porque aprendemos a depender de Dios, y no de nosotros mismos. Adquirimos paciencia, sabiendo que Dios nos conducirá a una salida que en definitiva será de bien para nosotros; esperar en Dios es pues la clave de nuestro éxito. Cuando Jesús comisionó a sus discípulos Él les prometió que siempre iba a estar con ellos hasta el fin del mundo; es esta misma promesa que Jesús nos hace a nosotros, de acompañarnos siempre en las buenas, como en las malas.... Un día toda esta tristeza ocasionada por los problemas, todas esas lágrimas derramadas, todo ese pesar en el corazón, no será más que un triste recuerdo del pasado; pues la biblia enseña que Dios personalmente enjugará toda lágrima de nuestros ojos, y ya no habrá más llanto, ni dolor porque las primeras cosas habrán pasado......Apocalipsis 21: 4-5.