DENUNCIANDO A LOS MALVADOS

"Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras...." 2a. de Timoteo 4:14-15. 

Para nadie es secreto que el evangelio se extendió en el primer siglo con mucha oposición de parte de Satanás.  Satanás utilizó todos los medios posibles para que el hombre no conociese a Dios y a su palabra; y uno de estos medios fue el uso de "falsos hermanos", quienes se introducían encubiertamente en la iglesia para aparentar ser cristianos; pero en el fondo sólo provocaban caos y división. El apóstol Pablo denunció a esta clase de "perversos", y en sus cartas advirtió a todos los demás creyentes a tener cuidado con ellos. Uno de ellos fue Alejandro el calderero, quién según el apóstol Pablo le había causado muchos males y que se había opuesto a las palabras de los apóstoles. Pablo lo expuso públicamente, pues el no hacerlo era un peligro para aquellos hermanos que no sabían de estas personas, y de lo que estaban haciendo, y al desconocer su accionar podían perfectamente apoyarlos o creerles. A los perversos hay que denunciarlos públicamente, sin temor a que nos llamen chismosos, o metidos, o divisionistas; porque todos los creyentes somos cartas leídas por todos los hombres y si nosotros andamos en malos pasos, ¿porqué nos vamos a molestar que se extienda una carta denunciandonos? a la maldad hay que llamarle con su nombre, no debemos de tener miedo de denunciarla, por bien de la iglesia, y no debemos de callarnos solo porque sea un amigo o familiar nuestro, porque si le queremos cubrir sus pecados, y nos quedamos callados frente a la maldad que practican, no sólo se condenarán ellos por cuanto no se arrepentirán, sino que nos condenaremos nosotros por cubrirles sus maldades......

Pablo dio a conocer públicamente la actitud y proceder de Alejandro el calderero, de Diotrefes, Demas, etc porque no podía cubrir su maldad. Hoy en día nosotros también no podemos quedarnos callados frente a la maldad de las personas, cubriéndoles en sus errores, y participando de su mal proceder...