CADA COSA A SU TIEMPO...

"Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
Por los corzos y por las ciervas del campo,
Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
Hasta que quiera...." Eclesiastés 2:7

Jóvenes y señoritas de la Iglesia de Cristo en la 14 San Miguel reciben clases acerca del matrimonio

Dios inventó el matrimonio, y como todo invento de Dios, este fue maravilloso...Adán vino a conocer a su pareja  Eva y entendió que era exactamente  lo que él necesitaba . El cuerpo y el alma de Eva era hermoso, diseñado por Dios para que se complementara con el cuerpo y el alma de Adán, eran como dos piezas de rompecabezas que encajaban perfectamente según el diseño de Dios. El pecado vino a romper este esquema; pero aún así el amor que Dios inventó para unir a un hombre y una mujer es tan valioso como lo fue en el jardín del Edén. El noviazgo es una hermosa experiencia, es la antesala de lo que será nuestro matrimonio....pero el consejo de la Sulamita en el antiguo testamento nos enseña que "todo a su tiempo", pues apresurar las cosas sólo servirá para romper los corazones....El noviazgo no es para abrazarse y para besarse solamente, es un periodo de conocimiento, de crear gratas experiencias y buenos recuerdos; es para sentar las bases de nuestra relación, y para mostrar nuestra lado más escondido....en la iglesia el noviazgo adquiere mucha importancia, pues los jóvenes y señoritas con los principios morales bien fundamentados en sus corazones, disfrutan de ser transparentes, honestos y respetuosos; dando el valor que se merece tan grata experiencia....

El peligro de entrar en relaciones de noviazgo sin estar preparados es que esa grata experiencia la transformamos en una experiencia de horror, de dolor y de tristeza....detrás de noviazgos precoces, quedan corazones rotos, heridos, sueños truncados y relaciones con resentimientos....

Por eso el consejo de la Sulamita tiene un gran valor para la juventud actual: no hagáis velar el amor ....hasta que el quiera venir.......