"David entonces estaba en el lugar fuerte, y había en Belén una guarnición de los filisteos. Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta! Entonces los tres valientes irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta; y tomaron, y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, diciendo: Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto..." 2a de Samuel 23:14-17.
David vivió una vida muy dura, enfrascado en muchas guerras, luchas y conquistas. Su corazón siempre se mantenía oscilando entre el gozo de saber confiar en su Dios Jehová, y la tristeza de no tener paz ni en su pueblo, ni en su corazón. En una ocasión en donde el pueblo de los Filisteos se encontraban en Belén, David exclamó para sí mismo: -quién me diera a beber del agua del pozo de Belén- no era que David tuviera sed, sino que él añoraba los días de paz y tranquilidad en donde podía beber del pozo de Belén sin ningún impedimento. David no estaba ordenando nada, sólo era una reflexión la que él hacía; pero tres valientes soldados de su ejército al oír sus palabras, sin dudarlo un tan solo instante, fueron al campamento de sus enemigos y sacaron agua del pozo, y se la trajeron a David. Él no quiso tomarla porque significaba el riesgo que corrieron los tres jóvenes sólo para que él estuviera bien. A eso se le llama compañerismo, al hecho de que sin que le pidan a uno ayuda, uno debe de estar listo poner a disposición del necesitado todos los recursos que nosotros tengamos. De si es necesario hacer sacrificios con tal de ayudar a los demás. Los hermanos en Macedonia son un claro ejemplo de compañerismo, pues ellos al oír que se estaba recolectando ayuda para los hermanos de Judea, aún a pesar de sus limitantes económicas, ellos rogaron que se les incluyera para poder dar ayuda, conforme a sus fuerzas, y más allá de sus propios recursos... esta debe de ser una característica de la iglesia hoy en día, si queremos hacer la voluntad de Dios, pues en el libro a los hermanos hebreos , el escritor les manda: "Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios". Hebreos 13:16. Si queremos que Dios se agrade de nosotros como iglesia de Cristo, debemos practicar la ayuda mutua, de tal manera que no haya ningún necesitado entre nosotros....
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