"Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado...." Romanos 5:5.
Hoy en día hay muchas iglesias diciendo ser la verdadera Iglesia de Cristo; pero una característica única e infalible que posee la iglesia es el amor. El amor es el sello de la casa. De hecho la naturaleza de Dios es amor, y por lo tanto la de sus seguidores tiene que ser de igual manera. La biblia enseña que el amor de Dios ha sido derramado por el Espíritu Santo en nuestros corazones, esto quiere decir que nosotros somos depositarios de su amor. Somos el recipiente donde descansa el amor de Dios, y por lo tanto todos los seres humanos pueden ver este amor, pueden disfrutarlo, y pueden recibirlo. Una iglesia que no desborde amor, no es una iglesia de Cristo, aún cuando en su entrada exista un letrero que diga: "Aquí se congrega la Iglesia de Cristo"; pues un rótulo no nos hace ser cristianos, sino el amor expresado en buenas obras. Mateo 5:16 dice: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos...." Mucha de la incredulidad del mundo es producto de las congregaciones que dicen seguir a Jesús; pero que con sus hechos lo niegan. Con mucha razón Juan declara que es imposible amar a Dios a quién físicamente no vemos, si no amamos a nuestros hermanos que sí físicamente los podemos ver. 1a. de Juan 4:20-21. El amor es incluyente, es tolerante y universal, una iglesia saludable es aquella en donde sus miembros han aprendido a amarse a pesar de sus diferencias, a pesar de sus yerros, a pesar de sus debilidades etc pues han aprendido del mejor maestro del amor: JESÚS quién nos recibe a todos, murió por todos, y a todos nos regala bendiciones de parte de Él....
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