"Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador....." Tito 3:4-6.
Hace algún tiempo apareció en los medios de comunicación una campaña en donde se decía que casi todo tiene precio, menos los buenos momentos de la vida, este anuncio era patrocinado por una tarjeta de crédito. En el campo espiritual hay algo que no se puede comprar, ni aspirar a ser dignos de ella, esto es la salvación. La salvación es un regalo de Dios, por lo tanto todos podemos acceder a ella, ya que Dios no hace acepción de personas, ni discrimina a nadie, ni tiene prejuicios, también no podemos hacer nada para merecerla, ni aunque nos congreguemos a diario, ni aunque leamos la biblia a diario, ni aunque oremos a diario etc. no podemos hacer nada para merecer la salvación, por tanto no podemos creernos mejor que otros, ni pensar que somos más fieles que otros, ni sentirnos más espirituales que otros, pues la salvación Dios la regala en forma pareja, sin preferencias. Ahora, porqué nos esforzamos en ser muy fieles al Señor? porqué luchamos a diario contra el pecado respetando la voluntad de Dios?, pues es muy sencillo: no vivimos el evangelio para ser salvos, pues Dios nos regala la salvación, sino que vivimos el evangelio para agradar a Dios, pues entendemos que ese regalo ha costado una vida: la de Cristo Jesús, ha costado su preciosa sangre, y su sacrificio máximo por nosotros....con tal razón Pablo le decía a Tito, que Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia....
No hay comentarios:
Publicar un comentario