"Dinos, pues, qué te parece: ¿es lícito dar tributo a César, o no? pero Jesús, conociendo la malicia de ellos les dijo: ¿porqué me tentáis, hipócritas? mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿de quién es esta imagen, y la inscripción? le dijeron: de César. Y Él les dijo: dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios...." Mateo 22:17-21.
Según la definición de la palabra, política es : "es la actividad humana que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad". Esto lleva implícito el hecho que toda sociedad moderna y organizada hace actos políticos. Lastimosamente como en cualquier profesión o actividad, quienes la ejercen, a veces, ( o a casi siempre), no tienen la formación moral y espiritual para que esto repercuta en un bienestar a la población en general. De ahí que hay mucho descontento de las personas frente a los políticos en cualquier parte del mundo, y en cualquier sistema económico, social o religioso. Jesús no condenó el acto político de gobernar, aún cuando el sistema imperialista de Roma era injusto y esclavizante. Sino que más bien Jesús invitó a las personas a vivir esta dualidad: lo propio de este mundo, y lo eterno del reino de Dios. Cuando Jesús dijo: pues, dad a César lo que es de César, y a Dios, lo que es de Dios; estaba incluyendo las responsabilidades de las personas en su totalidad, para este mundo y para el del más allá.
Puede la iglesia de Cristo participar en política?
Pues todos participamos en política, aún cuando nos abstengamos de votar (eso es un acto político) renunciar a nuestro derecho de elegir a nuestros gobernantes. La iglesia como tal, es un grupo de hombres y mujeres unidos bajo la bondad y misericordia de Dios; comprados con la sangre de Cristo Jesús. En la iglesia todos somos iguales, con iguales derechos, y todos gozamos de las mismas bendiciones. Sin embargo, este carácter unificador se perdería si la iglesia tomara partido, pues los partidos políticos representan a clases sociales, económicas, étnicas o raciales. Por tanto, no es sano que una congregación apoye a determinado partido político, pues no es la misión de la iglesia tal cosa. Ahora, el cristiano a título personal sí puede participar en política, teniendo mucho cuidado de saber que primero está el reino de Dios y su justicia, antes que cualquier proyecto que sólo es para este mundo.
Algunas cosas que debemos saber acerca de la política:
1. Lo que a mí me beneficia.... afecta los intereses de otros. y viceversa.
2. Las soluciones políticas son imperfectas, pues están hechas por hombres imperfectos.
3. Dios tiene salvos en dondequiera que hayan personas, escuchen el evangelio y lo obedezcan. (Juan en su visión de los redimidos, vio a una muchedumbre reunida de todos las naciones, pueblos, tribus, y lenguas. Es decir, una multitud reunida por ser salvada por la sangre del cordero, sin tomar en cuenta el origen de su país, de su modelo económico, político o social.
4. La política no es mala. Lo son muchas veces los que ejercen esta profesión. No podemos decir que todos los hombres son malos, aún cuando muchos lo seamos,como tampoco podemos decir que todas las mujeres son malas, aún cuando muchas lo sean etc.
5. Finalmente la biblia nos invita (con un gran énfasis) a buscar las cosas de arriba, y no las de la tierra....trabajar más por lo espiritual, que por lo material propio de este mundo, pues este mundo pasará, más el que hace la voluntad de Dios, perdurará para siempre.....