"Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: venid en pos de mí, y os haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron...." Marcos 1: 16-18.
Un llamado bastó a Simón Pedro y a Andrés su hermano, para seguir a Jesús. Fue una acción de fe, pues ellos como eran pescadores, dejaban tras sí todo su mundo, todos sus bienes, toda su experiencia, y todo cuanto tenían. Fue quizás la autoridad con que Cristo los llamó, o talvés una curiosidad instintiva, o cualquier razón que hayan tenido en ese momento, lo cierto es que no vacilaron en seguir el llamado de Jesús, y esto fue lo que a la postre los llevó a tener una vida de éxito espiritual. Mas adelante Jesús les habla a algunos que querían seguirle, tal como nos lo narra Lucas, en Lucas 9: 57-62, diciendo: ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Simón y su hermano, sí eran aptos para el reino de Dios, pues ellos no miraron hacia atrás pensando en todo lo que dejaban, ni se pusieron a pedir consejos a los demás, ni hicieron planes, ni pidieron tiempo para pensarlo....ellos actuaron y sin mayores reparos siguieron a Jesús. ¿Cómo seguimos nosotros a Jesús cuando nos llama a hacer su obra?¿Cómo respondemos nosotros cuando se nos pide ayuda para cualquier ministerio en la iglesia? somos de los que confiamos en que si es de Dios, Dios ha de bendecir su obra y luchamos por hacerla, o somos de los que esperamos que las cosas vayan marchando bien para incorporarnos? Jesús dijo que debemos de tener más fe, en su obra, en sus planes y en su reino, pues de otra manera cualquier obstáculo que tengamos bastará para dejar de hacer las cosas de Dios. Recordemos que en esta obra como es de la salvación y la edificación del cuerpo de Cristo, en Él somos más que vencedores por su preciosa sangre.
Un llamado bastó a Simón Pedro y a Andrés su hermano, para seguir a Jesús. Fue una acción de fe, pues ellos como eran pescadores, dejaban tras sí todo su mundo, todos sus bienes, toda su experiencia, y todo cuanto tenían. Fue quizás la autoridad con que Cristo los llamó, o talvés una curiosidad instintiva, o cualquier razón que hayan tenido en ese momento, lo cierto es que no vacilaron en seguir el llamado de Jesús, y esto fue lo que a la postre los llevó a tener una vida de éxito espiritual. Mas adelante Jesús les habla a algunos que querían seguirle, tal como nos lo narra Lucas, en Lucas 9: 57-62, diciendo: ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Simón y su hermano, sí eran aptos para el reino de Dios, pues ellos no miraron hacia atrás pensando en todo lo que dejaban, ni se pusieron a pedir consejos a los demás, ni hicieron planes, ni pidieron tiempo para pensarlo....ellos actuaron y sin mayores reparos siguieron a Jesús. ¿Cómo seguimos nosotros a Jesús cuando nos llama a hacer su obra?¿Cómo respondemos nosotros cuando se nos pide ayuda para cualquier ministerio en la iglesia? somos de los que confiamos en que si es de Dios, Dios ha de bendecir su obra y luchamos por hacerla, o somos de los que esperamos que las cosas vayan marchando bien para incorporarnos? Jesús dijo que debemos de tener más fe, en su obra, en sus planes y en su reino, pues de otra manera cualquier obstáculo que tengamos bastará para dejar de hacer las cosas de Dios. Recordemos que en esta obra como es de la salvación y la edificación del cuerpo de Cristo, en Él somos más que vencedores por su preciosa sangre.
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