"Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. Y el que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará....Mateo 10: 38-39.
Todos nosotros buscamos ganar en todas las áreas de nuestra vida, por naturaleza somos competitivos, y nos gusta siempre lo mejor; por ejemplo queremos estar siempre en el cuadro de honor de la escuela, ser con frecuencia el empleado del mes, tener la mejor chica disponible, manejar el mejor auto etc. A nadie le gusta tener un bajo perfil, ser un desconocido, ser últimos en todo, es decir, no no gusta perder.....pero porqué Jesús nos invita precisamente a eso, a perder?
Sencillamente porque lo que los hombre tienen por sublime, para Dios es abominación; Jesús pudo tener todo el oro del mundo, pero prefirió la sencillez de un hogar en donde se respetara la voluntad de Dios; pudo ser un conquistador de renombre; pero prefirió la sencillez de una vida entregada a servir al prójimo; pudo viajar con muchos lujos por todo el mundo; pero prefirió encomendar la tarea de evangelizar al mundo a sus seguidores; pudo sacar provecho económico y social por las obras que hacía; pero prefirió ser fiel a su plan de salvar al mundo......en toda su vida siempre pensó en hacer la voluntad de Dios, a tal grado de decir que: mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Juan 4:31-34.
Esa determinación por hacer la voluntad de Dios, es la que debemos imitar y es esa actitud la que nos debe de inspirar en nuestra vida cotidiana; la iglesia de Cristo de la actualidad, mas que edificios lo que necesita es esa clase de seguidores que busquen como agradar a Dios, antes que comer y beber. Y es esto lo que no entiende el mundo, que busca egoistamente su propio beneficio, por eso Jesús vino a romper con la lógica de pensamiento de este mundo. Hay que perder los ideales del mundo para ganar la aprobación de Dios.......amén
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