En cierta ocasión, Jesús, estando con sus discípulos en el mar de Galilea, controlo al mar embravecido y a su orden, se hizo grande bonanza. Lucas 8:23-25. La admiracion de sus discípulos fue mayúscula, de tal manera que se preguntaron quien es este, que aun los vientos y las aguas le obedecen? los discípulos ya antes habían visto a Jesús haciendo milagros, pero porque su asombro?
el texto nos da dos respuestas:
1. la vida de los discípulos peligraba. Como respondemos nosotros frente a las tribulaciones, a los peligros, a la calamidad, a las tragedias, a las enfermedades etc.? es fácil decir creer en Dios cuando todo se ve que marcha bien, cuando economicamente hablando estamos estables, tenemos ahorros, una cuenta bancaria que nos respalda, o cuando estamos muy saludables, cuando ni siquiera nos acordamos para que son los médicos, o cuando nuestra familia esta unida sin ningún tipo de problema, pero que cuando es todo lo contrario, cuando sentimos la impotencia de no poder hacer nada frente a las adversidades? cuando vemos que aquello de lo que nos sentíamos orgullosos se derrumba? podíamos creer en Dios y amarlo, aun perdiendo todo (nuestra familia, nuestros bienes, nuestra salud) ?ejemplo Job.
2. Su fe escaseaba. La pregunta que hace Jesús es: ¿donde esta vuestra fe? ellos tenían a Cristo en la barca, porque dudaron? así también nosotros, debemos pensar en que nuestro éxito en la vida depende de cuanta fe tenemos en las promesas de Dios, porque ello nos permitirá vivir para el, ver las cosas desde el punto de vista de Dios, y sobre todo confiar en que si Dios es con nosotros, quien contra nosotros?
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