Algunas veces nos acostumbramos tanto a vernos en la casa, que no nos detenemos a pensar en lo maravilloso que es contar con una familia, con quien compartir buenos y gratos momentos, con quien ver una pelicula o con quienes salir a pasear. La formacion espiritual de los hijos se cimenta en la relacion armoniosa que debe existir en el hogar. El mundo que nos rodea a veces no nos entiende, ni nos aprecia, ni nos conoce; pero en el hogar todo cambia, ahi somos queridos no por ser los mejores en matematicas, o por ser el goleador del equipo de futbol, o por ser el chico o chica mas bello o bella de la escuela, tampoco nos aman por ser el jefe de la empresa donde laboramos, o por tener un trabajo de renombre; no, en el hogar se olvida todo eso, ahi solo somos papa, mama, hijos y hermanos, y el amor que nos tenemos esta basado no en logros, ni en nombres, ni en posiciones; sino en que somos familia. Se dice que no hay amor mas grande que el de una madre; pero si lo hay, es el amor de Dios para con sus hijos, la biblia nos llama familia de la fe, una familia escogida por Dios para habitar en ella, en donde El se siente comodo, a gusto, en donde se le respeta como el Padre y en donde se aprende de El.-
Que bueno es saber que contamos con una familia terrenal, (nuestro hogar) y una espiritual (la iglesia) en donde somos queridos, apreciados, respetados y tomados en cuenta. En donde valemos la sangre de Cristo. 1a. de Pedro 1:20-23.
Que bueno es saber que contamos con una familia terrenal, (nuestro hogar) y una espiritual (la iglesia) en donde somos queridos, apreciados, respetados y tomados en cuenta. En donde valemos la sangre de Cristo. 1a. de Pedro 1:20-23.
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