" Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?...." Eclesiastés 7:13
Actualmente muchos hombres ponen en duda la existencia de Dios. Unos por ignorancia, otros por maldad, otros por no tener ideas propias y también los hay aquellos que se creen más sabios cuando dicen no creer en Dios. Lo cierto es que todos ellos no pueden negar la firma que ha estampado Dios en su creación, las leyes que rigen el universo, las simetrías del mundo, las condiciones favorables para la vida, la posición estratégica de nuestros mundo, la sabiduría humana, la razón y la inteligencia, el lenguaje y los sentimientos...del ser humano...aún en las tribus más distantes y olvidadas existe la creencia de un ser superior que rige el universo...y hay en el corazón de esas personas el deseo de adorar...hace miles de años el sabio Salomón exclamaba que debemos de ver las obras de Dios, porque quién podrá deshacer lo que Dios ha hecho? si nuestro mundo estuviera más cerca del sol nos moriríamos, si estuviera más lejos nos moriríamos...si la atmósfera no tuviera la consistencia que tiene, su combinación de elementos, y en la cantidad adecuada nos moriríamos; porqué está todo esto cabal para la vida del hombre?
Las personas salen al paso diciendo que son las leyes de la naturaleza; pero quién ordena esas leyes? quién les dio vida? quién las puso? acaso estas leyes de la naturaleza se formaron del caos? vinieron de la nada, y se agruparon para que funcionaran adecuadamente a favor de la vida del ser humano? se necesitaría ser muy ciego, torpe e ignorante para creer en que todo responde al resultado del caos que ha actuado a nuestro favor.......finalmente los que dicen no creer en Dios porque no le ven, si están dispuestos a creer en los fantasmas, en la suerte, el la ley del karma, en la reencarnación, en los platillos voladores y alienigenas o extraterrestres etc acaso no es una contradicción esto? bien dice la biblia: "porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios...." Romanos 1: 19-22.
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