"Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabas; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado....." Mateo 27: 22-26.
La tierra de Jerusalén ha sido testigo de la sangre que se ha derramado en ella; el el caso de Jesús se cumplió al pié de la letra lo que se había profetizado: que a los suyos venía; pero los suyos no le recibirían; y no solo no le recibirían, sino que le rechazarían pidiendo su cabeza, su sangre, su muerte....
El día que Jesús fue crucificado, cuando se pidió su muerte, en ese lugar, en ese ambiente se respiraba mucho odio, se podía ver en los ojos, en los gestos, en los gritos de los Judíos que querían que la sangre de un inocente se derramara sobre ellos, cual orgía de muerte, y no solo sobre ellos, sino también sobre sus hijos.... Satanás estaba detrás de ellos como actor intelectual, pues Satanás los incitaba a la ira, al odio, a la maldad suprema...y ellos se dejaban conducir muy placenteramente...
No es extraño que esa tierra hoy en día siga recibiendo mucha sangre derramada....Satanás induce a las personas a pedir sangre, a tener sed de ella...y esa es una sed insaciable, pues no les basta robar tierras, humillar al pueblo palestino, violar sus derechos, sino que piden su sangre, que esa mancha roja no pare nunca, sino que se convierta en un río interminable.... Los Judíos se equivocaron en el pasado, y se equivocan hoy en día...hay un mejor camino que el derramamiento de sangre, ese camino es la reconciliación, es el ser amigos, es el perdón, es el restablecer el daño ocasionado...el evangelio de Jesús nos llama a eso, por esta razón a Cristo se le ha llamado la piedra fundamental de la construcción o la piedra de tropiezo, dependiendo de cómo nosotros respondamos a su llamado......En el libro de Romanos Pablo hace una tesis, él establece que el pueblo de Israel puede ser incluido en la salvación, siempre y cuando reconozcan a Cristo como su Señor y Salvador... ¿qué será Cristo para ellos? ¿Piedra fundamental o piedra de tropiezo? , pues ellos tienen libertad de decidir.....
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