" Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría....Eclesiastés 7:10.
Hay una tendencia natural de las personas a añorar el pasado, a recordar el tiempo en que para ellos "era mejor", esto es bueno si queremos hacer un análisis de nuestra vida del pasado al presente; pero no es saludable vivir comparando el ayer con el hoy; los tiempos cambian para bien o para mal, y en todo tiempo debemos aprender a salir adelante, con nuestros proyectos y con nuestras metas. Los Israelitas del tiempo antiguo cuando Moisés los sacó de Egipto, cometieron el error de añorar los tiempos pasados cuando vivían en esclavitud, ellos recordaban las comidas que se preparan; pero olvidaban que eran esclavos en un país que no era el suyo. El apóstol Pablo nos invita a "olvidar lo que queda atrás, y extenderse a lo está por delante"... a la meta en Cristo Jesús. No podemos estar pensando en el tiempo antiguo cuando eramos solteros, cuando no eramos cristianos, cuando estábamos jóvenes, cuando no teníamos este trabajo etc. Hoy, en las circunstancias actuales, con el entorno actual, con lo que tenemos ahora hay que hacer la voluntad de Dios, y vivir para servirle. Hay que saber sacar provecho al cambio de los tiempos, y en donde los demás vean dificultades nosotros veamos retos para seguir adelante; por ejemplo, cuando a los discípulos en el primer siglo los comenzaron a perseguir a causa de su fe en Cristo Jesús, ellos no se pusieron a añorar los tiempos en que anduvieron libremente con Cristo, sino que asumieron el reto de predicar el evangelio, y lo lograron en las más diversas situaciones extremas....
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