" Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo. Y Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo......" 1a. de Juan 2: 1-3.
La iglesia de Cristo está constituida por personas comunes y corrientes , quienes hemos renunciado al pecado, y hemos decidido seguir a Jesús. Cuando entendemos nuestra situación pecaminosa delante de Dios, y oímos el llamado de Dios al arrepentimiento mediante el evangelio; nos entregamos bautizándonos para el perdón de los pecados, comenzando una nueva vida, para con Dios y nuestro prójimo. Nuestra meta es no pecar, pues a eso nos ha llamado Cristo, todos los sermones, todas las clases que recibimos apuntan a eso: a vivir en santidad. Sin embargo, a veces fallamos, y pecamos contra Dios, que hacer si ya caímos en el pecado? que hacer si ya ensuciamos nuestra vida, y nuestro testimonio? Judas fue una persona que después de haber sido llamada por Dios, que después de haber andado con Jesús, le falló traicionandolo por 30 piezas de plata....él entendió la gravedad de su acción; pero al retirarse de los demás apóstoles, al irse del grupo y abandonar a Cristo y sus seguidores, sólo encontró desesperación, miedo, culpa y remordimiento.......Juan el apóstol, nos habla muy claro del camino a tomar cuando el mal ya está ocasionado: acudir a Jesús, buscando su perdón a través del arrepentimiento.....si nosotros acudimos a ÉL, y no nos retiramos de la iglesia, la biblia nos enseña que Cristo cual abogado intercede por nosotros ante su Padre celestial......recordemos el caso del hijo pródigo, quién arrepentido y humillado volvió a su padre, y recordemos cómo fue recibido por su Padre, no sólo perdonándole, sino haciendo fiesta, porque su hijo estaba perdido y fue hallado, estaba muerto y volvió a vivir..........la iglesia debe de ser muy amorosa al tratar a los caídos; pues debe de entender que esta es una lucha espiritual, y como toda lucha, en ella hay caídos; pero aún en los ejércitos humanos, las tropas no dejan a sus muertos, sino que vuelven a retirar y llevarse sus cadáveres para darles una sepultura digna de compañeros de lucha... aún cuando los hermanos hayan pecado, la iglesia debe de luchar para que a través del arrepentimiento vuelvan al redil, ya que quién convence a un pecador de su mal camino, y le invita a volver, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5: 20.
No hay comentarios:
Publicar un comentario