"Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quién haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios.............."Salmos 14:1-2.
Estamos frente a un mundo cada vez mas alejado de Dios, en donde se aboga por que las leyes legalicen las uniones homosexuales, porque se legalice el consumo y tráfico de drogas, porque se independicen los hijos a temprana edad, argumentando el derecho de autoconducirse etc. Y aunque parezca contradictorio, las sociedades mas liberales, son a su vez, las mas decadentes moralmente hablando. -
En el antiguo testamento, Dios dio al pueblo de Israel, el decálogo de los mandamientos escritos en tablas de piedra a través del siervo Moisés; esto haría de ellos una nación especial, apartada del paganismo reinante en el mundo antiguo. Lastimosamente, el pueblo de Israel, se contaminó con las creencias y practicas de los pueblos paganos; y sucumbieron a las tentaciones, a la inmoralidad y a la corrupción. -
Hoy en día tenemos a una sociedad que no quiere saber de Dios, y los resultados están a la vista: hogares destruidos por el flagelo del adulterio, de las drogas, de la rebeldía, del materialismo, de la irresponsabilidad, del machismo etc. La sociedad se corrompe, como en los días de Sodoma y Gomorra, es la sociedad misma la que cava su propia sepultura y cuando los resultados se dejan ver, entonces claman a Dios, queriendo que Él les resuelva sus yerros, y en otras ocasiones culpándolo de las calamidades que la misma sociedad provoca.-
Se es necio cuando no se quiere contar con Dios, cuando se quiere vivir la vida sin ningún control de parte de Dios, es allí cuando vienen los males, el sufrimiento, la desesperanza, la violencia etc.
En este mundo se desarrolla la iglesia, como un oasis de espiritualidad, como una luz en todas estas tinieblas, aquí es donde se marca la diferencia, aquí es donde se le hace saber al mundo que hay una mejor forma de vida que no consiste en los bienes que uno tenga, sino en su relación con Dios. Por eso la iglesia de Cristo, es decir, sus seguidores, crean un mundo mejor, de paz, de bondad, de compañerismo, de solidaridad, de santidad y comunión con Dios. Benditos los que son invitados a las fiestas de boda del cordero. amén.
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