"Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y los ancianos, para tratar esta cuestión........"Hechos 15: 1-2.
La biblia nos enseña en este ejemplo, que aún en el seno de la iglesia pueden existir diferencias doctrinales; pero el Espíritu Santo, también nos enseña en este ejemplo, como se resuelven estas diferencias doctrinales. En el primer siglo, en la iglesia recién nacida, se empezaron a dar los primeros problemas de índole doctrinal; pero los apóstoles, los ancianos y la membresía, sabían que tenían que discutir esos temas espinosos; por eso, ahí si hubo concenso, ahí hubieron acuerdos, ahí hubo solución, ya que ahí si había amor por la obra de Dios, es decir su iglesia. La iglesia de Cristo, le cuesta a Él su sangre, es su propiedad y nadie tiene el derecho de destruirla o de dividirla. Contra todo el orgullo y la ignorancia de los hombres, debe de prevalecer la voluntad de Dios. Jesús estableció una advertencia contra aquellos que quieran hacer tropezar a los creyentes, incluido el aspecto doctrinal: Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar....Mateo 18: 6-7. Por tanto, Dios castigará duramente a los que dividen a su iglesia, a los que hacen tropezar a los creyentes, a los que participan de las divisiones.-
Lamentablemente hoy en día, se está dando una práctica muy común en la iglesia: cuando hay desacuerdos doctrinales no se quieren discutir, y estos problemas se disfrazan como problemas personales entre predicadores, o entre congregaciones, y no se hace nada por resolverlos, o por llegar a concensos a la luz de las Sagradas Escrituras. Las congregaciones que piensan diferente, buscan como extender lo que ellos piensan que es lo correcto, y contratan predicadores, que en algunas ocasiones ni cuenta se dan, que están siendo utilizados para fomentar las divisiones de la iglesia. Y luego, cuando las divisiones son claras y marcadas, es decir, ( cuando ya no se pueden esconder), quieren que se les acepte aún cuando tengan diferente doctrina. Y llegan al colmo de decir que hay que ser amplios de criterio, tolerando la falsa doctrina, y estableciendo que pueden haber iglesias de Cristo con diferente practica doctrinal, parecido al mundo religioso con su llamado ecumenismo. Tal forma de proceder es contraria al mensaje de Jesucristo, que es un mensaje de unidad, de amor por la verdad, y de obediencia a los planes de Dios.
En el día final habrán muchas sorpresas, muchos reclamos de parte de personas que estaban convencidas de hacer mucha obra para Dios; más sin embargo, Jesús les declarará: Nunca os conocí, apartaos de mí hacedores de maldad. Mateo 7: 21-23. Los divisionistas, los mutiladores del cuerpo de Cristo, estarán ahí en primera línea.....Dios nos libre de ello, y nos de amor por su iglesia.....amén.